viernes, 19 de noviembre de 2010

I´m all over

I'm all over it es el primer single de The pursuit (La búsqueda), un álbum de Jamie Cullum compuesto por una docena de cortes.


Con la producción de Greg Wells.


"Siempre bien en una cima de felicidad o ahogándose en las negras aguas de la desesperación, amaban o aborrecían, vivían en un mundo de superlativos". - Nancy Mitford, The Pursuit Of Love (La búsqueda del amor)


"The pursuit" es su primer disco nuevo como solista en cuatro años, y se encuentra compendiado en su título, tomado de la novela clásica de Nancy Mitford, The Pursuit of Love (La búsqueda del amor). "En la vida, perseguimos todo. La vida es una larga búsqueda", dice Jamie y el álbum es justamente una búsqueda de ese tipo: una combinación de sus eclécticos gustos musicales y su imperecedero amor por el jazz y sus standards intemporales.


"Es un disco que mezcla su herencia con una apasionante selección de influencias modernas. Al describir su sonido pasa de Cole Porter a Rihanna y a Aphex Twin en la misma frase", se anuncia. Jamie es un intérprete capaz de ofrecer sorpresas constantes con un talento lo bastante elástico como para mostrar una canción acústica de Ibiza con un ritmo sencillo y un standard de jazz suntuosamente grabado.


La preparación de "The pursuit" fue un maratón. Después de decidir tomarse algún tiempo libre después de dos años de gira con "Catching Tales", de 2005, Jamie se dedicó a otros proyectos. "Me tomé un año entero libre", dice, "toqué en los grupos de otra gente y trabajé con otros artistas, hice de DJ, hice música dance con mi hermano y viajé". También encontró tiempo para construir su propio estudio, Terrified Studios (Estudios Aterrorizados), en Shepherd's Bush, en Londres: "Lo llamo así porque sé tan poco de tecnología que cuando entro allí normalmente estoy aterrorizado", dice Jamie riéndose.


Todas las canciones del álbum vieron la luz en los Terrified Studios y en la cocina de Jamie antes de que la grabación se trasladara a Los Angeles durante tres meses en el verano de 2008. Aunque el trabajo allí con el productor y colaborador desde hace años de Jamie, Greg Wells, demostró ser productivo, parte del trabajo de la cocina de Jamie se incorporó al producto final. "Nos dimos cuenta de que había algunas cosas que no podíamos recrear en ningún estudio", revela Jamie. "Hay un solo de Rhodes en una canción llamada 'We Run Things' que toqué en dos órganos diferentes en Los Angeles pero, al final, utilizamos la interpretación que grabé en mi pequeña cocina de Londres".


Grabar en Los Angeles significó cambiar las técnicas y las rutinas que Jamie había desarrollado en sus discos anteriores. "No quería hacer este álbum con mi antigua banda o mi antiguo productor", dice, "sino que necesitaba aterrorizarme a mí mismo". Aunque muchas de las canciones fueron montadas por Greg y Jamie en el estudio, una selección de talentos estelares contribuyeron con su musicalidad. Los miembros de la banda de Beck se unieron a las sesiones, mientras que también aparece la sección de metal de Michael Jackson en Thriller. "Salir de tu zona de comodidad es un verdadero cliché para tu tercer o cuarto álbum", dice Jamie sinceramente, "pero lo cierto es que realmente funcionó".


En el otoño de 2008, Jamie tenía un disco terminado y estaba preparado para presentarlo a su sello discográfico cuando hizo su aparición la absoluta singularidad de su carrera. Se produjo de nuevo una llamada de Clint Eastwood. Los dos habían conectado por medio de Kyle, un hijo de Clint, también músico de jazz, y Jamie acabó contribuyendo a la banda sonora compuesta por Clint de la película de John Cusack de 2007 La vida sin Grace. Ahora había vuelto con otro encargo.


"Me pidió que tocara en el Festival de Jazz de Monterrey. Le encantó la actuación y después del concierto me tiró el guión de Gran Torino y me dijo: 'Quiero que escribas música para esto'". Entre sus numerosos otros talentos, Jamie Cullum tiene una altísima opinión de Clint Eastwood. Jamie acabó grabando la canción en casa de Clint y la película volvió a montarse en torno a ella con una banda sonora basada en su tema. Es el tipo de extraña pareja que sólo se encuentra en las películas, pero Clint y Cullum han acabado siendo amigos: "Acabamos hablando de chicas y bebiendo cerveza", dice Jamie riéndose.


Gran Torino (la canción), con música de Clint Eastwood y Jamie y letra sólo de Jamie, fue nominada a un Globo de Oro. Jamie se vió envuelto en un remolino de entrevistas y apariciones en prensa para promocionar la película. Todo el tiempo estaba haciendo acopio de ideas e inspiración para nuevas canciones. Parecía que, después de todo, el disco podría no acabarse nunca.


"Tenía más canciones y nuevas experiencias de las que valerme", dice Jamie. "Había estado haciendo la versión de Rihanna y pensé que la verdad es que quería tener esto en mi disco". Las versiones han sido siempre parte del ADN de Jamie como músico de jazz, pero el arte de seleccionar canciones contemporáneas ha pasado a ser cada vez más difícil, ya que es algo que ahora hace todo el mundo. Después de versionar durante algún tiempo el más que exitoso single de Rihanna 'Umbrella', su ubicuidad animó a Jamie a elegir otra canción de rhythm 'n' blues, "Don't Stop The Music". Su versión vino inspirada por su amor de la "letra tan sexy" y remoza el original de un modo brillante.


Quería hacer referencia a otras de mis influencias musicales contemporáneas", dice Jamie. Aunque su afán de cavar cráteres y descubrir bandas asociado a su amor por la música ha estado presente en todo momento, The Pursuit es el primer disco donde ha dado rienda suelta a estos impulsos. "Las personas que me hayan visto actuar en vivo y lean las cosas que he escrito ya sabrán que tengo un gusto muy ecléctico", dice. "Pero la persona normal pensará simplemente en 'What A Difference A Day Makes'. Nunca he tenido un problema con eso, sin embargo. Cantar una canción como esa y hacerlo bien es una de las cosas más difíciles que puedes hacer".


Diez años después de su primer disco, publicado por él mismo, "Heard it all before", Jamie sigue aún buscando (aquí asoma de nuevo ese tema) nuevos sonidos y nuevas ideas en su música. "Hemos tenido recientemente un montón de músicos que han llegado ya plenamente formados, como Alex Turner o Jamie T. Sabían cómo querían sonar y lo dijeron de inmediato. Cuando hice mi primer disco, era como andar a tientas, algo que poder vender en mis bolos en las bodas".


"Creo que me he situado cerca de darme cuenta plenamente de cómo debería ser en este disco. Cuando tenía diecinueve años no sabía quién quería ser", continúa. Hacerse mayor le ha hecho incluso cuestionarse si debería volver a tocar su primer gran éxito, Twentysomething. "Hay una letra en la canción que dice, 'Tengo veintitantos, déjame solo', y voy a dejar de tenerlos pronto", revela. Pero aún puede que encuentre una salida: "Podría ser un gran truco cambiar la letra", reflexiona en voz alta.


Aunque dice que ha vivido sus "años de veinteañero a tope", en los últimos años los altibajos de su vida personal y profesional han espoleado un impulso creativo aún más poderoso. Su felicidad personal (documentada exhaustiva y a menudo imprecisamente en los tabloides) se encuentra en el centro de una de las canciones más importantes del disco: 'Love Ain't Gonna Let You Down'. "No he escrito nunca antes una canción de amor que no contuviera un chiste", admite Jamie, "Las únicas canciones de amor puras que he cantado hasta ahora han sido las de George Gershwin".


'Love Ain't Gonna Let You Down' es también la canción que enlaza el tema recurrente del álbum en la letra "la búsqueda del amor nos consume a todos". Pero, para Jamie, el amor que documenta no es sólo el romántico que obsesiona a los periódicos sensacionalistas, sino un amor por la música que brilla en cada una de las canciones. "The pursuit" es un álbum que comienza con una canción en la que figura la Orquesta de Count Basie grabada en vivo en el estudio de Tony Bennett en Nueva York y termina con una canción dance y un standard de jazz combinados con ritmos de trip-hop.


A pesar de poseer un talento que ha hecho que lo persigan para colaborar con ellos Carole King, Burt Baccarach y Clint Eastwood, así como el extraordinario beat-boxer Killa Kela y el gran ídolo del hip-hop Pharrell, Jamie sigue aún mucho más interesado en escribir canciones que en buscar los elogios. "Cuando te concentras en hacer música, todo consiste en no parar nunca y estar intentando avanzar siempre. A menos que seas P-Diddy, supongo", dice Jamie riéndose. "Lo único para lo que tengo que estar a la altura es para hacer un álbum del que me sienta orgulloso".

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